Todos hemos sido cobardes disfrazados de valientes.
Siempre pendientes de qué dirá la gente, escondiendo nuestros miedos para parecer más fuertes pero ya no mas, es hora de ser consecuente.
Quizá la clave para ser realmente libres sea reir cuando puedas y llorar cuando lo necesites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario